Silvia Mena |
Por: Lic. Parmenio Paulino Nuesi.- La comunidad educativa
de Los Hidalgos ha tenido el privilegio de contar durante todo su proceso evolutivo escolar con un gran número de insignes maestros que se han dedicado en cuerpo y
alma a contribuir en la formación integral y profesional de una gran legión de
estudiantes que hoy son profesionales, y se destacan de manera exitosa sirviendo a su pueblo y a su país.
La consagración de muchos de esos verdaderos
maestros, no por inducción sino por vocación, nos revela el alto índice de
desprendimiento que profesaron durante cada una de las etapas recorridas.
Muchos de estos maestros ya han fallecido y otros ya se han retirado de las aulas debido a la inclemencia natural de los
años, haciéndonos sentir orgullosos de haberlos conocido y de haber compartido con muchos de ellos parte de su vida.
Eladia Sánchez |
Estos maestros de buena
voluntad, forjadores de hombres y mujeres de bien y con un elevado espíritu
altruista como: Tomasina Lithgow de Pérez (en El Mamey); Isabel Luna de Gómez
(en Marmolejos); Rafaela (Fella) López (en Unijica) y Aminta Reyes (en Navas); maestros
que pensaron en la necesidad de alfabetizar a sus compueblanos y contribuir sin
reservas a la educación y a su formación plena.
Su profunda vocación de
servicios en favor de la educación sirvió para que otras generaciones de
maestros continuaran imitando sus acciones y lograran masificar el acceso de
los estudiantes a las nuevas infraestructuras escolares construidas
posteriormente en todo el Municipio de Los Hidalgos.
Así se da continuidad de
manera sostenida a una importante labor educativa encabezada por varias
generaciones de maestros meritorios, como: Antina Santana de Capellán; Eladia Sánchez de Rojas; Máximo
Pascual; Estela Paradis de Curiel; Juan Francisco Tamayo Ureña; Socorro Gómez; Doralicia Mena Guillen; Silvia
Mena Mena; y Luis Pelayo Consuegra; todos maestros meritorios ya fallecidos.
De la misma manera se has destacado otras generaciones de maestros forjadores de buenos ciudadanos. Maestros íntegros, merecedores del reconocimiento
público por las organizaciones progresista de nuestro Municipio, entre estos
tenemos a Francísco Rojas Zapata (papo); Ana Julia
Núñez Peralta; Domingo Antonio Taveras; Mario Domingo García; Celso R. Espinal; Lucrecia Vargas; Juana Acosta; Francísco Ant. Bobadilla; Ramón Castellanos Gíl;
entre otros insignes maestros de este distrito escolar.
Confieso que la labor magisterial
merece nuestro respeto y la reconocemos como un verdadero sacerdocio, ya que
para cumplir con fidelidad sus requerimientos se necesita entrega, sacrificio,
dedicación y ejemplo de vida.
Es importante precisar que esta vocación difiere a
la de un profesor, el cual que cumple con la responsabilidad de impartir ciertos
conocimientos y de generar ciertas notas para los registros estudiantiles. Sin embargo, el maestro, se preocupa por la formación integral del hombre y se
compromete con ellos para toda la vida, porque entiende que es la mejor manera de asegurar un
mundo mejor.
Hoy, que el gobierno dominicano
realiza grandes inversiones en la construcción de infraestructuras educativas en
nuestro municipio y de su intención en mejorar las condiciones de vida de todos
los miembros del sistema educativo nacional. Deseo expresar nuestro reconocimiento y parabienes a todos.-